Cuidando a nuestro niño interior

El concepto del Niño Interior (Carl Gustav Jung creador del concepto) es uno de los elementos más valiosos y útiles para movilizar al ser humano y hacerle trascender sus miedos, aprehensiones y obstáculos levantados por él mismo durante su vida.

¿Sabes que llevas dentro de ti al niño que fuiste? ¿Cómo está tu niño Interior? ¿Quieres saber cómo sanar a tu niño interior y así sanar al adulto que eres hoy?

Para tener una Autoestima sana y equilibrada, la clave está en trabajar la conexión con tu niño interior. Reconocer a nuestro niño interior, escucharle, hacer las paces con él e integrarlo en la personalidad adulta.

Claudio Naranjo, psiquiatra chileno, nos da una clave importante: «No confundas en valorar a tu niño interior con ser un niño en tu interior». Los adultos que están en paz con su niño interior son personas más calmadas y relajadas, más felices y más creativas.

John Bradshaw, autor de  «Nuestro niño interior» propone en su libro cuatro etapas para fortalecer la conexión con tu niño interior:

  • Reconocer e identificar los problemas de tener un niño interior herido.
  • Rescatarlo y recobrar el control sobre el niño interior.
  • Proteger y cuidar a nuestro niño interior
  • Dar nuevos permisos y reglas al niño interior.

Es imperioso que recuperemos a ese niño interno, que por tantísimo tiempo vivió en el abandono y el olvido por nosotros. Al abandonarlo y desatenderle nos abandonamos nosotros mismos en realidad. Para iniciar ese maravilloso proceso de recuperar nuestro niño interno, necesitamos crear un acercamiento y entablar una relación con él.

Louise L. Hay, plantea un ejercicio de acercamiento:

Consigue una foto de cuando eras niño,  entre 3 y 5 años de edad, siéntate por unos 30 minutos a contemplarla y deja que los recuerdos vengan y tratar de comprender a ese niño. Preguntarle que siente, que necesita, que le duele, recuerda los hechos de la infancia, pueden ser buenos y/o malos.

Para eso, luego de mirar su imagen, haz una visualización, cierra los ojos, respira profundamente inhalando, sosteniendo y exhalando por la nariz tres veces seguidas, tratar de conectarte con ese niño, imagínalo jugando,  visualiza su imagen, como se ve, como se ríe, que cosas hace.

Visualiza a tu niño interno frente a ti y háblale, dile que te perdone por haberle tenido abandonado tantísimo tiempo, por haberle desatendido, dile que lo amas y que de ahora en adelante vas a estar siempre con él. Y si te lo permite abrázalo.

Mantén una comunicación constante con él, por lo menos una vez a la semana siéntate con tu foto y háblale.

Tu niño interno necesita carias constantes, estas son algunas de las formas de acariciar y amar a tu niño interno:

  • Cuida tu niño interior con palabras de cariño. Dile palabras de aliento, de afecto, ánimo… práctica la autoamabilidad y autocompasión.
  • Date un buen baño caliente, con sales perfumadas, aceite, pétalos de flores… Quédate un rato disfrutando de las sensaciones corporales.
  • Aplícate masajes con regularidad.
  • Deja que alguien te haga manicura y te arregle el cabello.
  • Pide a un amigo que te prepare la comida o que te invite a cenar.
  • Siéntate tranquilamente y envuélvete en una manta o un edredón mientras lees, escuchas música o miras la televisión.
  • En invierno, abrígate al calor del fuego.
  • Desayuna chocolate con churros, leyendo el periódico tranquilamente o disfrutando de la familia.
  • Pasa mucho tiempo con tu amante haciéndose mutuamente caricias sensuales.
  • Reserva un rato para no hacer nada; sin hacer nada, sin hacer planes y sin compromisos.
  • Juega con arcilla o plastilina. Experimenta con formas y figuras.
  • Chapotea bajo la lluvia.
  • Mastica algo crujiente (palomitas, chocolate…)
  • Ve a la playa, juega con arena. Construye algo con ella.
  • Ve de tiendas por el placer de probarte ropa. (¡sin necesidad de comprar!)
  • Huele perfumes y olores (en una perfumería, en una floristería, en una frutería, en el campo….)
  • Da un largo paseo con un amigo o con tu amante. Tómense de la mano y déjense impregnar por los colores, olores, el paisaje,….. concéntrense en las sensaciones que les llegan.
  • Ríete, disfruta, expándete
  • Juega con tu mascota.
  • Dibuja, colorea.
  • Canta, por el simple placer de expresarte con tu voz.
  • Juega con tus hijos, o con niños, como si fueras uno de ellos.
  • Ofrécete un tiempo para estar solo, sin ningún tipo de obligación. Un tiempo para mirar el cielo, respirar, conectar con todo lo hermoso que haya a tu alrededor……
  • Los días que tengas tiempo, échate todas las siestas que quieras.
  • Ve a una cafetería o restaurante que tenga bufet. Escoge muchos platos diferentes. Prueba comidas que nunca hayas probado.
  • Entra en un supermercado y compra alimentos que no comerías normalmente con las manos. Llévatelos a casa y cómelos con las manos. Puedes ser todo lo sucio que quieras.
  • Camina descalzo por el jardín.
  • ….

El niño interior representa el mundo de las emociones en el ser humano. Cuidar del niño interior es fundamental para tener un buen nivel de bienestar y de salud mental en una sociedad tan exigente donde el individualismo, asfixia las ilusiones de tantas personas que se sienten solas. Y también, donde la negatividad que surge de un sistema lleno de deficiencias, mata esperanzas.

¿Cómo lograr que el niño interior crezca y se integre en la personalidad adulta? John Bradshaw y  Alejandro Jodorowsky nos proponen 10 reglas/permisos:

  1. Está bien sentir lo que sientes. Los sentimientos no son buenos o malos, son. No hay nadie que pueda decirte lo que deberías sentir. Es bueno y necesario hablar de lo que sientes.
  2. Está bien querer lo que quieres. No hay nada que debas o no querer. Si eres consecuente de tu energía, querrás expandirte y crecer. Está bien y es necesario conseguir que se satisfagan tus necesidades. Es bueno pedir lo que quieres.
  3. Está bien ver y oír lo que ves y oyes. Todo lo que hayas visto u oído es lo que has visto y oído.
  4. Está bien y es necesario tener diversiones y juegos. Está bien divertirse con juegos sexuales.
  5. Es importante decirse la verdad. Esto atenuará el sufrimiento. Mentirse distorsiona la realidad. Todas las formas de pensamiento distorsionado deben corregirse.
  6. Es importante conocer nuestros límites y retardar el premio. Así sufriremos menos en la vida.
  7. Es crucial desarrollar un sentido de la responsabilidad equilibrado. Esto significa aceptar las consecuencias de lo que haces y no asumir las consecuencias de lo que hacen los demás.
  8. Se pueden cometer errores. Los errores son nuestros profesores: nos enseñan a aprender.
  9. Se deben respetar y valorar los sentimientos, necesidades y deseos de los demás. Quebrantarlos conduce a la culpa.
  10. Está bien tener problemas. Hay que resolverlos. Está bien estar en conflicto. El niño debe entender que en la vida hay problemas, aceptarlo y entrenarse en resolverlos. Es mejor que quejarse por lo injusta que es la vida.

¿Qué vas hacer para alimentar tu niño interior?

[1] Se utiliza la forma masculina para facilitar la lectura. Se hará referencia a “niño interior”, que incluirá también la forma en femenino “niña interior”

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