¿Cómo haces lo que debes aunque no sea lo que quieres?

En la vida, no siempre hacemos lo que queremos. A veces, enfrentamos tareas, decisiones o compromisos que nos resultan incómodos, aburridos o, sencillamente, no deseados. Pero esas tareas son necesarias para nuestro crecimiento, para lograr nuestros objetivos o para cumplir con nuestras responsabilidades. Entonces, ¿cómo podemos alinear lo que debemos hacer con lo que realmente queremos? Aquí es donde el coaching se convierte en una herramienta poderosa para transformar la obligación en motivación y acción efectiva.

  1. Entiende el “para qué” detrás del “debo”

La primera pregunta esencial no es “¿por qué debo hacer esto?”, sino “¿para qué debo hacer esto?”. Muchas veces, nos enfocamos únicamente en lo que no queremos hacer, pero olvidamos reflexionar sobre el propósito detrás de la acción.

Ejercicio práctico: Toma una hoja de papel y escribe tres razones para qué esa tarea es importante para ti. ¿Qué beneficios traerá a tu vida a largo plazo? ¿Cómo contribuye a tu crecimiento personal o profesional? Este ejercicio te ayudará a ver la tarea desde otra perspectiva y a encontrarle un sentido más profundo.

  1. Conecta con tus valores

Pregúntate: ¿Cómo se alinea esta tarea con mis valores personales?. Si estás en un trabajo que te resulta monótono, pero tus valores incluyen la responsabilidad y el compromiso, es posible que encuentres motivación al honrar esos valores.

Práctica de coaching: Haz una lista de tus valores fundamentales y reflexiona sobre cómo cada uno se conecta con la tarea que debes realizar. De esta forma, cambiarás el enfoque de “no quiero hacer esto” a “hacer esto refleja mis valores”. Aquí no se trata solo de cumplir, sino de hacerlo con propósito.

  1. Replantea la tarea

Es fácil caer en una mentalidad de todo o nada cuando enfrentamos algo que no nos gusta. Pero el coaching nos invita a replantear la tarea para hacerla más manejable.

Pregúntate: ¿Cómo puedo dividir esta tarea en pasos más pequeños?. Al hacerlo, reduces la resistencia y evitas la procrastinación.

Estrategia práctica: Divide la tarea en bloques de 20 minutos y establece pequeños descansos entre cada bloque. Esto mantiene la mente fresca y reduce la sensación de carga.

  1. Acepta el malestar, pero no te identifiques con él

El malestar que sentimos al hacer algo que no queremos es natural, pero no define quiénes somos ni nuestro día completo. Aquí es donde el enfoque del coaching y la psicología positiva se unen: Aceptar no significa resignarse. Aceptar es reconocer que este momento puede ser incómodo, pero tiene un propósito. Pregunta de reflexión: ¿Cómo puedo cambiar mi diálogo interno cuando me encuentro con resistencia? Cambiar el “odio esto” por “esto es temporal y puedo manejarlo” es fundamental para avanzar.

  1. Crea un entorno que te apoye

Una de las mejores estrategias para hacer lo que debes, aunque no lo desees, es crear un entorno que favorezca la acción. Si necesitas escribir un informe tedioso, asegúrate de tener un espacio limpio, sin distracciones, y quizá con música que te motive.

Preguntas de coaching: ¿Qué cambios puedo hacer en mi entorno que faciliten hacer lo que debo hacer? ¿Qué objetos, sonidos o herramientas me inspiran a empezar? A veces, cambiar el entorno cambia toda nuestra disposición.

  1. Encuentra motivación en el progreso

Otro enfoque del coaching efectivo es centrarse en el progreso, no en la perfección. Es fácil sentirse abrumado cuando tenemos mucho que hacer y no queremos hacer nada. Pero cada pequeño paso cuenta.

Práctica de coaching: Al final del día, anota tres cosas que lograste, por pequeñas que sean. Esto genera una sensación de logro y te motiva a seguir avanzando.

  1. El poder de la autoeficacia

La autoeficacia, un concepto central en la psicología positiva, se refiere a nuestra creencia en nuestra capacidad para ejecutar acciones necesarias para manejar situaciones futuras. Esta creencia se fortalece cuando nos desafiamos a nosotros mismos a completar tareas que no queremos hacer.

Evidencia científica: Según Albert Bandura, aumentar la autoeficacia mejora nuestra capacidad para manejar desafíos. Práctica recomendada: Establece metas pequeñas y alcanzables y reconoce tu progreso.

  1. Reconoce y premia tu esfuerzo

Después de completar una tarea que no querías hacer, reconócelo y celébralo. Pero no es suficiente solo con hacer las cosas. La recompensa puede ser tan simple como un descanso, una caminata, o algo que disfrutes.

Pregunta de reflexión: ¿Cómo puedo reconocer mis logros de manera que me inspire a seguir adelante?

  1. Reflexiona sobre tu crecimiento

Al final del día o la semana, dedica un tiempo a reflexionar sobre lo que has logrado.

Pregúntate: ¿Qué he aprendido al enfrentar estas tareas? ¿Cómo he crecido a través de esta experiencia? Reflexionar te permitirá consolidar lo aprendido y reconocer el impacto positivo de hacer lo que debes, aunque no siempre sea lo que quieres.

  1. Contacta con un coach para avanzar aún más

A veces, necesitamos más que estrategias; necesitamos a alguien que nos guíe y desafíe a profundizar. Si sientes que necesitas más apoyo para gestionar tareas incómodas o alinear tus acciones con tus valores, te invitamos a ponerte en contacto con Coaching Valencia. En nuestras sesiones, exploramos estas dinámicas en profundidad y diseñamos un plan de acción personalizado que te permitirá crecer y avanzar con claridad.

Este artículo te invita a reflexionar, a cambiar el enfoque sobre las tareas que debes hacer y a encontrar nuevas maneras de avanzar con propósito. Recuerda, la clave no es solo hacer lo que debes, sino hacerlo de una manera que resuene con quién eres y hacia dónde quieres ir.

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