Soltar el pasado para vivir el presente

Mucho de lo que nos frena en la vida no son las circunstancias de ahora, sino las cargas invisibles que traemos del pasado. Conversaciones que no se cerraron, heridas que no sanaron, errores que no perdonamos y escenas que repetimos en la mente como si repasar una y otra vez fuera a cambiar algo.

La memoria no es un archivo neutral: elige lo que recordar y cómo recordarlo. Y aunque esto es un mecanismo natural de protección, también puede convertirse en un obstáculo para avanzar si nos anclamos en recuerdos dolorosos que arrastramos al presente.

Hay quienes se quedan viviendo en un pasado que idealizan, usando la nostalgia como refugio ante un presente que duele o no saben cómo gestionar. Otros, en cambio, se quedan atrapados en lo que salió mal, reviviendo errores propios o daños ajenos, alimentando resentimientos y culpas que erosionan cada paso.

Lo cierto es que no podemos cambiar lo que sucedió, pero sí la forma en que nos relacionamos con esos recuerdos. Aceptar el pasado no significa justificarlo ni repetirlo, sino mirarlo de frente, integrar lo que aprendimos y elegir conscientemente no cargar con aquello que ya no necesitamos sostener.

Preguntas que pueden abrir un camino:

¿Qué recuerdo sigo trayendo al presente que ya no me aporta? ¿Qué diálogo interno sostengo cuando ese recuerdo aparece? ¿Qué necesito para soltar este peso de forma segura y responsable? Si soltara esa carga, ¿qué espacio se abriría en mi vida ahora?

Desde el coaching sabemos que la transformación personal no ocurre en el pasado ni en el futuro, sino en el presente, en el instante en que decides mirarte con honestidad y amabilidad.

Por eso, cuando un recuerdo vuelva con fuerza, puedes preguntarte: “¿Qué me está mostrando de mí? ¿Qué necesito para convertir esta memoria en aprendizaje en lugar de en condena?”. A veces, la clave no está en borrar, sino en resignificar.

Prácticas para acompañarte en este proceso:

  • Escribe la historia que te cuentas sobre ese pasado. Sin filtros. Solo escribe. Luego léela y observa qué parte de esa historia sigues creyendo como única verdad.
  • Habla en voz alta contigo, con un tono compasivo. Puedes decir: “Lo que pasó, pasó. Hoy elijo cuidarme con lo que soy y tengo.”
  • Cuando aparezca el recuerdo, respira profundo y reconoce la emoción que trae. No huyas ni te pelees con ella. Respírala y recuérdate: “Ahora estoy aquí, no allí.”

Recordar es inevitable, pero quedarte viviendo en el pasado es una elección que puedes revisar. Saber olvidar, resignificar y soltar, no es una traición a lo vivido: es un acto de respeto a ti y a la vida que aún tienes por delante.

El pasado no te define, te informa. Lo que te define es lo que eliges hacer con ese pasado en tu presente.

En Coaching Valencia, acompañamos a personas que desean transformar esas memorias en aprendizaje, encontrar paz con lo vivido y construir una vida más liviana, coherente y en paz consigo mismas.

Si sientes que ha llegado el momento de soltar, estamos aquí para caminar ese proceso contigo.

Cuando el pasado pesa más de lo que creemos

Hay heridas que no sangran, pero pesan. Heridas que no se ven, pero están ahí, actuando como hilos invisibles que mueven nuestros pensamientos, emociones y decisiones. A menudo, esas heridas vienen de lejos, de una infancia donde quizá no fuimos vistos, protegidos o escuchados como necesitábamos.

Con los años, aprendemos a seguir adelante. A construir una vida, a ser funcionales, incluso exitosos. Pero hay días —y si eres honesto contigo, sabrás de cuáles hablo— en los que el agotamiento emocional se hace insoportable. Donde todo cansa más de lo que debería. Y, sobre todo, uno se cansa de sí mismo.

No es solo el trabajo. No son solo las circunstancias. Es ese bucle mental del que no sabemos cómo salir. Ese pensamiento que vuelve una y otra vez, como si se hubiera quedado atrapado en una habitación sin ventanas: ¿Por qué me pasa esto? ¿Por qué no consigo sentirme bien del todo?

Lo que muchos no saben es que ese “diálogo interior” —rumiativo, repetitivo, autocrítico— no aparece por casualidad. Es una forma de sobrevivir que aprendimos mucho antes de poder ponerle palabras. En algún momento, pensar sin parar fue una forma de protegernos, de entender un entorno incierto o hostil. Pero lo que sirvió entonces, nos desgasta ahora.

Y es ahí donde el acompañamiento, la conciencia y la práctica intencional pueden cambiarlo todo.

En coaching, no buscamos culpas ni diagnósticos. Lo que buscamos es hacer espacio: para entender qué parte de ti sigue atrapada en ese patrón de pensamiento, y qué necesitas hoy para empezar a salir de él.

Te dejo aquí algunas preguntas que pueden ayudarte a abrir ese espacio de reflexión:

¿Qué tipo de pensamientos repites cuando estás agotado? ¿Ese pensamiento te pertenece a ti… o a una historia más antigua? ¿Qué parte de ti necesita ser escuchada y todavía no ha encontrado palabras?

Recuerda: no eres lo que piensas cuando estás cansado. No eres tu ruido mental. Eres mucho más que eso. Y el camino hacia ti empieza por aprender a reconocerlo… y a soltar, poco a poco, aquello que ya no necesitas sostener.

Cómo mejorar, entrenando, mi inteligencia emocional

La inteligencia emocional (IE) es un concepto crucial en el desarrollo personal y profesional. Daniel Goleman, uno de los principales autores en este ámbito, sugiere que la IE puede ser un indicador más importante de éxito que el coeficiente intelectual (CI). En el coaching, la IE se entiende como la habilidad para reconocer, entender y gestionar nuestras propias emociones y las de los demás. Mejorar esta habilidad puede llevarnos a tener relaciones más satisfactorias, un mayor rendimiento en el trabajo, y una vida más equilibrada. A continuación, exploraremos algunas estrategias y prácticas basadas en evidencia científica para entrenar y mejorar la inteligencia emocional.

1. Autoconciencia: el primer paso hacia la IE

La autoconciencia es la capacidad de reconocer y comprender nuestras emociones en el momento en que surgen. Según Goleman, esta habilidad es fundamental porque nos permite tomar decisiones más conscientes y evitar reacciones automáticas que pueden ser perjudiciales.

Práctica: Llevar un diario emocional es una excelente forma de desarrollar la autoconciencia. Dedica unos minutos cada día para reflexionar sobre tus emociones: ¿Qué sentiste hoy? ¿Qué desencadenó esa emoción? ¿Cómo la gestionaste? Esta práctica no solo te ayudará a entender mejor tus reacciones emocionales, sino que también fomentará una mentalidad más reflexiva.

Pregunta de coaching: ¿Qué emociones experimentas con más frecuencia y cómo suelen influir en tus decisiones diarias?

2. Nombrar y reconocer las emociones

Una vez que somos conscientes de nuestras emociones, el siguiente paso es nombrarlas y reconocerlas. Nombrar las emociones de manera precisa puede reducir su intensidad. Esto se basa en la teoría de la «etiquetación afectiva» en la que poner palabras a nuestras emociones ayuda a calmar el sistema límbico, la parte del cerebro que gestiona las emociones.

Práctica: Cuando sientas una emoción intensa, intenta describirla con precisión. Por ejemplo, en lugar de decir «me siento mal», podrías decir «me siento frustrado porque mi esfuerzo no ha sido valorado». Esta especificidad te permitirá abordar mejor la situación.

Evidencia: Un estudio de Lieberman et al. (2007) encontró que etiquetar las emociones puede disminuir la actividad en la amígdala, el centro del miedo del cerebro, y activar las regiones del cerebro asociadas con el control emocional.

Pregunta de coaching:

¿Cómo cambiaría tu forma de manejar tus emociones si pudieras etiquetarlas con mayor precisión?

3. Escucha activa para mejorar la empatía

La escucha activa es crucial para la inteligencia emocional porque nos permite conectar genuinamente con los demás y comprender sus perspectivas. No se trata solo de escuchar las palabras que dicen, sino de captar sus emociones subyacentes.

Práctica: En tu próxima conversación, practica la escucha activa. Concéntrate completamente en la persona que habla, sin pensar en tu respuesta. Refleja lo que escuchas para confirmar que estás entendiendo y empatizando con su punto de vista.

Evidencia: Estudios como los de Stephen Covey han demostrado que la escucha activa puede mejorar significativamente las relaciones personales y profesionales, reduciendo conflictos y promoviendo un ambiente de colaboración.

Pregunta de coaching:

¿Cuándo fue la última vez que sentiste que realmente te escuchaban? ¿Cómo cambió eso la conversación?

4. Motivación interna: encontrar lo significativo

La motivación es otra competencia clave en la IE. Se refiere a la capacidad de estar orientado hacia metas, persistiendo a pesar de los obstáculos. Esta motivación, sin embargo, no es externa, sino interna; surge del deseo de alcanzar un propósito significativo.

Práctica: Reflexiona sobre qué es lo más importante para ti en tu vida y en tu trabajo. ¿Qué actividades te hacen sentir más vivo y comprometido? Asegúrate de alinear tus acciones diarias con estas prioridades.

Evidencia: La teoría de la autodeterminación de Ryan y Deci destaca la importancia de la motivación intrínseca, mostrando que cuando las personas están motivadas por valores y significados internos, son más felices y productivas.

Pregunta de coaching:

¿Qué actividades diarias podrías realizar para acercarte más a tus objetivos a largo plazo?

5. Desarrollar habilidades sociales

Las habilidades sociales son fundamentales para interactuar eficazmente con los demás. La empatía, la comunicación clara, la resolución de conflictos y la capacidad de trabajar en equipo son esenciales para cualquier ámbito de la vida.

Práctica: Trabaja en mejorar tus habilidades de comunicación. Practica la asertividad, que implica expresar tus necesidades de manera clara y respetuosa, sin ser agresivo ni pasivo. Esto no solo te ayudará a ser entendido, sino también a entender a los demás.

Evidencia: Goleman sugiere que las personas con habilidades sociales bien desarrolladas tienen más probabilidades de ser promovidas a posiciones de liderazgo y obtener éxito en sus vidas personales.

Pregunta de coaching:

¿Cómo puedes mejorar tu comunicación para construir relaciones más sólidas y auténticas?

6. Mente abierta: reflexión y crecimiento

Tener una mente abierta es fundamental para la IE, ya que nos permite aceptar nuestras propias limitaciones y estar abiertos a nuevas ideas y formas de pensar. Es una invitación a no quedarnos estancados en nuestras creencias y a ver los desafíos como oportunidades de crecimiento.

Práctica: Desarrolla el hábito de la reflexión diaria. Pregúntate: «¿Qué aprendí hoy?» o «¿Cómo puedo hacer las cosas de manera diferente la próxima vez?». Esta práctica fomenta una mentalidad de crecimiento y flexibilidad.

Evidencia: Carol Dweck, en su investigación sobre la mentalidad de crecimiento, encontró que las personas que creen que pueden mejorar sus habilidades y talentos son más exitosas en la vida que aquellas que creen que sus habilidades son innatas e inmutables.

Pregunta de coaching:

¿Cómo puedes cultivar una mente abierta para adaptarte mejor a los cambios y crecer personalmente?

Conclusión

Mejorar la inteligencia emocional no es un destino, sino un viaje continuo de autoconciencia, autorreflexión y crecimiento personal. A través de prácticas conscientes como llevar un diario emocional, escuchar activamente, etiquetar emociones, y mantener una mente abierta, podemos entrenar nuestra IE y mejorar tanto nuestras relaciones como nuestro bienestar general. Recuerda que cada paso cuenta y que la inteligencia emocional es una habilidad que se puede fortalecer con esfuerzo y dedicación.

¿Estás listo para comenzar este viaje hacia una mayor inteligencia emocional? Contáctanos para recibir orientación personalizada en tu proceso de desarrollo personal y emocional.

El Cuerpo Habla y Manifiesta Estrés

Estrategias para una Coherencia Integral en la persona

En el coaching ontológico, se entiende que los seres humanos somos sistemas integrados. El cuerpo, las emociones y el lenguaje se interrelacionan y configuran mutuamente. Cada uno de estos dominios no solo refleja nuestra forma de ser en el mundo. También tiene la capacidad de influenciar y transformar los otros. Cuando enfrentamos situaciones de estrés, estas interacciones pueden verse afectadas. Esto rompe la coherencia interna y se manifiesta como síntomas físicos en el cuerpo. En este artículo, exploraremos cómo el cuerpo ‘habla’ a través de la somatización del estrés. También veremos cómo, desde el coaching ontológico, podemos trabajar para restaurar esta coherencia. Integraremos estrategias prácticas y el uso de técnicas como el masaje terapéutico.

El Estrés Físico como Manifestación de la Incoherencia

La somatización es la manifestación física de emociones y pensamientos no procesados. El cuerpo expresa aquello que, a nivel emocional o cognitivo, no hemos gestionado adecuadamente. En términos de coaching ontológico, esta somatización es una señal de incoherencia entre los dominios de cuerpo, emoción y lenguaje. Por ejemplo, podemos decirnos a nosotros mismos que estamos «bien» o que podemos manejar la situación (lenguaje). Internamente experimentamos ansiedad (emoción). Al mismo tiempo, nuestro cuerpo muestra señales de tensión, como contracturas musculares o problemas digestivos.

Cuando hablamos de estrés físico, a menudo nos referimos a síntomas como tensiones musculares. También se incluyen dolores de cabeza y fatiga crónica, entre otros. Estos síntomas pueden entenderse como un «grito» del cuerpo. El cuerpo intenta liberar cargas emocionales y mentales acumuladas. Estas cargas son comúnmente conocidas como la «mochila emocional». Esta acumulación puede crear un ciclo de retroalimentación negativa que refuerza la incoherencia, impidiendo el bienestar integral de la persona. Un factor clave en esta ruptura de la coherencia entre cuerpo, emoción y lenguaje es el cortisol. El cortisol es conocido como la «hormona del estrés». Cuando enfrentamos situaciones de estrés crónico, el cuerpo libera cortisol en exceso, generando impactos específicos en cada uno de los dominios:

  1. Cuerpo: El aumento del cortisol puede causar tensión muscular, fatiga, inflamación, y disminuir la respuesta inmunológica. El cuerpo permanece en un estado de alerta constante. Manifiesta estrés en forma de contracturas, dolores de cabeza, problemas digestivos, entre otros.
  2. Emoción: A nivel emocional, el cortisol eleva la ansiedad, la irritabilidad, y puede llevar a sentimientos de agotamiento y desesperanza. Estos estados emocionales dificultan la autorregulación emocional. Hacen más complicado alinear el cuerpo y el lenguaje con un estado de calma y equilibrio.
  3. Lenguaje: En el dominio del lenguaje, los altos niveles de cortisol pueden influir en nuestro discurso interno y externo. Esto promueve narrativas limitantes como «No puedo manejar esto» o «Siempre estoy estresado». Estas narrativas refuerzan el ciclo de incoherencia, dificultando la acción efectiva y la toma de decisiones saludables.

Estrategias de Coaching Ontológico para Abordar el Estrés Físico

Desde el coaching ontológico, se busca restaurar la coherencia integrando prácticas que ayuden a alinear cuerpo, emoción y lenguaje. A continuación, se presentan algunas estrategias clave para trabajar con el estrés físico:

1. Autoobservación y Conciencia Corporal

El primer paso hacia la coherencia es desarrollar la capacidad de autoobservación. Esto ayuda a identificar cuándo y cómo el cuerpo muestra signos de estrés. Algunas prácticas efectivas incluyen:

  • Escaneo Corporal: Una técnica de mindfulness. Esta técnica consiste en llevar la atención a diferentes partes del cuerpo. Su objetivo es detectar áreas de tensión o incomodidad. Esta práctica ayuda a conectar con el cuerpo y a identificar dónde se está acumulando el estrés.
  • Diario de Sensaciones: Registrar diariamente las sensaciones físicas, emociones y pensamientos predominantes puede ayudar a detectar patrones de incoherencia. Este tipo de autoobservación facilita el reconocimiento de la relación entre el lenguaje, las emociones y el cuerpo.
  • Práctica de Respiración Consciente: Ejercicios de respiración profunda y consciente pueden reducir los niveles de cortisol. Esto promueve un estado de relajación en el cuerpo. Este estado facilita una mayor coherencia entre los tres dominios.

2. Reestructuración del Lenguaje

El lenguaje no solo refleja nuestra realidad, sino que también tiene el poder de crearla. Cambiar las narrativas limitantes por un lenguaje más posibilitador es esencial para restaurar la coherencia.

  • Reencuadre Narrativo: Cambiar narrativas como «Estoy abrumado» por «Estoy aprendiendo a manejar esta situación». Esto permite generar un discurso más alineado con un estado emocional. También se alinea con un estado corporal de mayor calma y empoderamiento.
  • Declaraciones Poderosas: Utilizar declaraciones afirmativas, como «Elijo estar en paz» o «Confío en mi capacidad de manejar el estrés». Acompañadas de una postura corporal abierta y relajada, ayudan a alinear cuerpo, emoción y lenguaje.
  • Diálogo Interno Positivo: Sustituir el diálogo interno crítico o negativo por uno de autocompasión y aliento. Esta práctica constante contribuye a reducir la somatización del estrés en el cuerpo.

3. Gestión y Expresión de Emociones

El estrés muchas veces se manifiesta por emociones reprimidas o mal gestionadas. El coaching ontológico promueve la gestión consciente de estas emociones para evitar su somatización.

  • Reconocimiento y Validación de Emociones: Nombrar las emociones sin juzgarlas es fundamental para reducir su intensidad y hacerlas más manejables. Decir «Estoy sintiendo ansiedad ahora, y eso está bien» puede ser liberador y disminuir el estrés corporal.
  • Técnica de «Centrado»: Mantenerse anclado en el presente a través de la conexión con el cuerpo. Esto puede lograrse sintiendo el contacto de los pies con el suelo. También puede lograrse enfocándose en la respiración. Esta práctica ayuda a calmar el cuerpo y a alinear el lenguaje y las emociones.
  • Expresión Emocional Saludable: Utilizar formas creativas y seguras para expresar emociones. Algunos ejemplos son la escritura, el arte o hablar con un coach. Estas actividades ayudan a liberar la «mochila emocional» y a reducir el impacto físico del estrés.

Incorporación de Prácticas Corporales y Masajes Terapéuticos como Herramientas de Apoyo

Una técnica efectiva y complementaria para abordar el estrés físico es incorporar masajes terapéuticos realizados por expertos. También se puede incluir prácticas corporales como el yoga, pilates y el deporte. Estas actividades no solo ayudan a restaurar la coherencia entre cuerpo, emoción y lenguaje. También proporcionan múltiples beneficios integrales. Los masajes terapéuticos y las prácticas corporales pueden:

Liberar Tensión Física: Ayudan a aliviar tensiones musculares profundas y contracturas relacionadas con el estrés acumulado. Esto promueve una relajación que puede reducir los niveles de cortisol. El deporte y actividades como el yoga o pilates también mejoran la flexibilidad y la circulación. Estas actividades liberan tensiones y facilitan la descarga emocional.

Conectar con el Cuerpo y Promover la Conciencia Corporal: Tanto los masajes como las prácticas como el yoga y pilates. Estas actividades fomentan una mayor conexión con el cuerpo. Esto incluye los masajes, el yoga y el pilates. Ayudan a identificar incoherencias y áreas de tensión. Estas prácticas permiten desarrollar una autoobservación más profunda y trabajar en la alineación de cuerpo y mente de manera consciente.

Estimular la Relajación Profunda: Los masajes terapéuticos, así como las prácticas de yoga y pilates, activan el sistema nervioso parasimpático. Promueven un estado de relajación profunda. Este estado facilita la coherencia interna. El deporte, al liberar endorfinas, también contribuye a reducir el estrés y a mejorar el bienestar emocional.

Integrar estas herramientas en la rutina diaria puede ser fundamental para reducir el estrés físico y emocional. Estas acciones ayudan a restaurar el equilibrio y la coherencia integral.

Conclusión

El cuerpo es un mensajero poderoso que refleja las cargas emocionales y mentales no procesadas. En coaching ontológico, trabajamos para restaurar la coherencia entre cuerpo, emoción y lenguaje. Utilizamos diversas herramientas y estrategias. Algunas de estas herramientas incluyen prácticas de autoobservación. También incluyen reestructuración del lenguaje, gestión emocional y técnicas de liberación física como los masajes terapéuticos.

En Coaching Valencia, te ofrecemos un espacio seguro. Aquí puedes explorar estas dinámicas. También puedes trabajar en tu desarrollo personal desde una perspectiva holística. Si estás interesado en iniciar un proceso de coaching y descubrir cómo integrar estas prácticas en tu vida, contáctanos. Estamos aquí para acompañarte en tu camino hacia una vida más equilibrada y coherente.


Este artículo está diseñado para ser publicado en la web de Coaching Valencia. Proporciona una guía integral sobre cómo manejar el estrés físico. Aborda este tema desde el enfoque del coaching ontológico.

Acepta y Explora tus Sombras

“Parte importante del desafío existencial de todo ser humano consiste en aceptar y explorar sus propias sombras. Negarlas puede tener efectos devastadores.” – Rafael Echeverría.

En el viaje hacia el autoconocimiento y el crecimiento personal, uno de los retos más profundos es mirar aquello que evitamos ver: nuestras sombras. Rafael Echeverría, en su ontología del lenguaje, nos invita a enfrentar estas zonas ocultas para generar un cambio significativo en nuestra forma de ser y en cómo nos relacionamos con el mundo .

Ideas Transformadoras

1. Distinción entre Juicio y Afirmación: Una de las claves en el coaching ontológico es reconocer que muchas de nuestras limitaciones provienen de juicios arraigados que hacemos sobre nosotros mismos y los demás . ¿Qué ocurre si exploras esos juicios que sostienen tu sombra? Pregúntate: ¿Son realmente verdades, o podrían ser simplemente interpretaciones que has mantenido por años? Distinguir entre afirmaciones y juicios abre la puerta para reinterpretar lo que creemos inmutable.

2. Ejercicio: La Conversación Interna: Un ejercicio efectivo para explorar la sombra es poner atención a nuestra conversación interna y escuchar sin juicio. Echeverría nos enseña que cada persona es un observador único del mundo . Observa tus pensamientos oscuros y anótalos. Luego, pregúntate: ¿Qué historia estoy contando sobre mí mismo? Al observar esta conversación interna, puedes iniciar el proceso de transformación desde dentro.

3. Aceptar versus Resistir: La aceptación es una distinción clave en el coaching ontológico . Al reconocer la sombra, el objetivo no es resistirla o combatirla, sino aceptarla como parte de la propia identidad. Aceptar no significa estar de acuerdo con todo lo que encontramos, sino reconocer su existencia y dejar de gastar energía en ignorarla. La pregunta aquí es: ¿Qué podrías aceptar hoy de ti mismo que hasta ahora has estado negando?

4. Responsabilidad y Sombra: En el coaching ontológico, asumir responsabilidad es esencial para pasar de una actitud de víctima a protagonista . Las sombras suelen traer consigo sentimientos de culpa, de fracaso o de rechazo, y al no aceptar esas emociones, perdemos la oportunidad de aprender de ellas. Este cambio de postura ayuda a retomar el poder sobre nuestras elecciones y a avanzar con mayor claridad y propósito.

5. Cambio del Observador: En el contexto ontológico, cambiar nuestro observador es cambiar nuestra relación con el mundo . Al explorar la sombra, no sólo transformamos nuestra percepción de nosotros mismos, sino también cómo percibimos a otros y las situaciones que enfrentamos. ¿Qué nueva perspectiva sobre tu sombra puedes adoptar para resignificarla?

¿Estás listo para iniciar tu viaje hacia el autoconocimiento y el desarrollo personal? En Coaching Valencia, te acompañamos en este proceso de descubrimiento y aceptación de la sombra. No estás solo en este desafío. ¡Contáctanos y transforma tu vida desde dentro!

Fortaleciendo tu Seguridad: Desafíos y Prácticas

La seguridad es una sensación de confianza, tranquilidad y autoestima que nos permite afrontar los desafíos de la vida con optimismo y determinación. Sin embargo, muchas veces nos sentimos inseguros, vulnerables o temerosos ante situaciones que nos superan o nos generan estrés. ¿Cómo podemos mejorar nuestra seguridad y sentirnos más capaces y satisfechos con nosotros mismos?

En este artículo vamos a explorar diferentes disciplinas que nos pueden ayudar a desarrollar nuestra seguridad desde tres dimensiones: la corporalidad, el diálogo interno y la emocionalidad. Estas disciplinas son el coaching ontológico y la psicología gestalt, que comparten una visión humanista y holística del ser humano, y que nos ofrecen herramientas prácticas y efectivas para transformar nuestra forma de percibir, pensar y actuar.

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El coaching ontológico es una disciplina que nos facilita el cambio y el bienestar mediante el uso del lenguaje, la corporalidad, la emocionalidad y la intuición. Según el coaching ontológico, el lenguaje no solo describe la realidad, sino que la crea, y por lo tanto podemos modificar nuestra realidad cambiando nuestra forma de hablar y escuchar. La corporalidad es la forma en que habitamos nuestro cuerpo, y que influye en nuestra forma de relacionarnos con el mundo y con nosotros mismos. La emocionalidad es el conjunto de emociones y sentimientos que experimentamos, y que condicionan nuestra forma de interpretar y reaccionar ante las situaciones. La intuición es la capacidad de percibir y comprender algo de forma directa e inmediata, sin necesidad de razonar o analizar.

La psicología gestalt es una corriente que se basa en el estudio de la percepción y que propone que el ser humano organiza su experiencia en formas o configuraciones, que tienen un sentido propio y que no se pueden reducir a la suma de sus partes. Según la psicología gestalt, la percepción es un proceso activo y creativo, en el que el individuo selecciona, organiza e interpreta la información que recibe del medio, de acuerdo a sus necesidades, intereses y expectativas. La psicología gestalt también se aplica a la psicoterapia, donde se busca que el individuo tome conciencia de su forma de percibir, de sus bloqueos y de sus potencialidades, y que se responsabilice de su propio proceso de crecimiento y cambio.

A partir de estas dos disciplinas, podemos proponer algunas pautas para mejorar nuestra seguridad desde la corporalidad, el diálogo interno y la emocionalidad:

Desde la corporalidad, podemos mejorar nuestra seguridad adoptando una postura erguida, firme y relajada, sintiendo en los pies el suelo, arraigados, que nos haga sentir más confiados y proyectar una imagen positiva. También podemos respirar de forma profunda y pausada, lo que nos ayuda a calmar la ansiedad y a oxigenar el cerebro. Además, podemos realizar ejercicios físicos que nos permitan liberar tensiones, mejorar nuestra salud y aumentar nuestra autoestima.

Desde el diálogo interno, podemos mejorar nuestra seguridad utilizando un lenguaje positivo, afirmativo y constructivo, que nos motive y nos anime a lograr nuestros objetivos. Podemos evitar las palabras negativas, limitantes y destructivas, que nos desaniman y nos hacen sentir incapaces. También podemos practicar la autoaceptación y la autocompasión, reconociendo nuestros logros y virtudes, y aceptando nuestros errores y debilidades como oportunidades de aprendizaje.

Desde la emocionalidad, podemos mejorar nuestra seguridad identificando, expresando y regulando nuestras emociones, de forma que no nos dominen ni nos bloqueen. Podemos reconocer nuestras emociones sin juzgarlas ni reprimirlas, y buscar la forma de canalizarlas de forma positiva y adaptativa. También podemos cultivar emociones positivas, como la alegría, el amor, la gratitud y la esperanza, que nos hacen sentir bien y nos impulsan a seguir adelante.

La seguridad es una sensación que podemos desarrollar y fortalecer desde la corporalidad, el diálogo interno y la emocionalidad, utilizando las herramientas que nos ofrecen el coaching ontológico y la psicología gestalt. De esta forma, podremos mejorar nuestra relación con nosotros mismos y con los demás, y enfrentar la vida con más confianza y satisfacción

Explorando la Seguridad desde la Corporalidad (parte II)

La seguridad, en su esencia más profunda, se entrelaza intrínsecamente con la corporalidad y la conexión con nuestra energía. Desde la perspectiva del coaching ontológico y la psicología gestalt, este enfoque integral aborda cómo la activación comportamental y la sensación de seguridad se arraigan en nuestra experiencia física y energética.

Corporalidad y Activación Comportamental:

La teoría del cuerpo en psicología sugiere que mente y cuerpo están intrínsecamente interconectados. En el contexto de la seguridad, la corporalidad influye en nuestra activación comportamental, que se refiere al nivel de energía y disposición para enfrentar el entorno.

Postura y expresión facial: La postura corporal y la expresión facial son manifestaciones visibles de nuestra sensación interna de seguridad. Una postura erguida y expresiones faciales abiertas a menudo indican confianza, mientras que la encorvación y las expresiones tensas pueden sugerir inseguridad.

Respiración: La conexión entre la respiración y la seguridad es fundamental. La respiración profunda y consciente puede calmar el sistema nervioso, reducir la ansiedad y fortalecer la sensación de seguridad.

Energía Ligada a la Tierra:

La teoría de la energía propone que nuestras energías están conectadas con la tierra, actuando como anclaje fundamental para nuestra sensación de seguridad. Algunos conceptos clave incluyen:

Conexión raíz: La “raíz” energética, ubicada en la base de la columna vertebral, se asocia con la estabilidad y la conexión con la tierra. Fortalecer esta conexión puede mejorar la sensación de seguridad.

Elementos naturales: La exposición a entornos naturales y la interacción con elementos como la tierra, el agua y la vegetación pueden influir positivamente en la energía y la sensación de seguridad.

Integración de la Corporalidad y la Energía Terrenal:

Meditación y atención plena: Prácticas como la meditación centrada en el cuerpo y la atención plena pueden integrar la conciencia corporal y la conexión con la tierra, fomentando una sensación de seguridad arraigada.

Movimiento Consciente: La actividad física consciente, como el yoga o la danza, no solo fortalece el cuerpo, sino que también promueve una conexión más profunda con la energía terrenal, mejorando la seguridad.

Subrayamos la importancia de explorar la seguridad desde una perspectiva holística, reconociendo la interrelación entre la corporalidad, la energía y la activación comportamental. Al abordar estos aspectos, buscamos no solo comprender la seguridad, sino también cultivar prácticas que fortalezcan nuestra base interna y nos permitan afrontar la vida con mayor confianza y estabilidad.”

La Seguridad: Prácticas para Alcanzar Confianza y Afrontar la Vida (Parte III)

La seguridad es un componente vital para afrontar los desafíos de la vida.

En la primera y segunda parte de nuestra exploración sobre la seguridad, sentamos las bases conceptuales y proporcionamos herramientas iniciales para fortalecer tu confianza interna. Ahora, profundicemos en prácticas más específicas para afrontar la vida con seguridad.

Distinciones Conceptuales:

1. Confianza Auténtica: Descubre la diferencia entre la confianza superficial y la confianza arraigada en la autoaceptación y el conocimiento personal.

2. Vulnerabilidad Positiva: Explora cómo la vulnerabilidad puede ser una fortaleza al construir conexiones genuinas y fomentar un crecimiento personal sostenible.

3. Narrativas Limitantes: Identifica y desafía las historias internas que minan tu seguridad, reemplazándolas con narrativas potenciadoras.

4. Seguridad Emocional: Comprende la importancia de manejar las emociones para construir una base segura desde la cual afrontar la vida.

5. Autoeficacia: Desarrolla la creencia en tu capacidad para enfrentar desafíos y lograr metas.

6. Autenticidad Continua: Comprende que la autenticidad es un proceso en evolución, no un estado estático.

7. Resiliencia Emocional: Abraza la capacidad de recuperarte frente a contratiempos, fortaleciendo así tu seguridad.

8. Comunicación Asertiva: Aprende a expresar tus necesidades y opiniones de manera respetuosa, contribuyendo a tu sensación de seguridad en las interacciones sociales.

Preguntas evaluativas:

1. ¿En qué áreas específicas de tu vida deseas experimentar un mayor nivel de seguridad?

2. ¿Cuáles son las situaciones que desencadenan inseguridad en tu vida?

3. ¿Cómo influyen tus creencias sobre ti mismo/a en tu sensación de seguridad?

4. ¿Cómo podrías aplicar la autoeficacia para abordar desafíos específicos?

5. ¿Qué acciones podrías tomar para construir una base de confianza más sólida?

6. ¿Cómo te afecta la comparación con los demás en términos de seguridad?

7. ¿Cuáles son tus logros pasados que demuestran tu capacidad y fortaleza?

8. ¿Qué prácticas te ayudarían a mantener la autenticidad en situaciones diversas?

9. ¿Cuáles son las habilidades de comunicación que podrían mejorar tu seguridad en relaciones personales y profesionales?

10. ¿Cómo puedes cultivar la resiliencia emocional en momentos difíciles?

Metáforas Inspiradoras:

1. El Jardín Interior: Visualiza tu seguridad como un jardín que requiere cuidado constante para florecer.

2. El Viaje del Explorador: Imagina tu vida como un viaje, donde la seguridad actúa como tu brújula interna, guiándote a través de terrenos desconocidos.

3. La Mariposa y la Transformación: Visualiza tu viaje de seguridad como la metamorfosis de una mariposa, un proceso hermoso pero que requiere esfuerzo.

4. El Árbol Arraigado: Imagina que tu seguridad es como las raíces de un árbol sólido, permitiendo que crezcan ramas fuertes hacia el cielo.

Ejercicios Prácticos:

1. Carta de Autoaceptación: Escribe una carta a ti mismo/a reconociendo tus fortalezas y abrazando tus imperfecciones.

2. Registro de Logros: Lleva un diario de tus éxitos diarios, por pequeños que sean, para construir una base de confianza. Reflexiona sobre cómo estos contribuyen a tu seguridad en general.

3. Role-playing de Comunicación: Practica situaciones de comunicación desafiantes para mejorar tu habilidad para expresar tus pensamientos y sentimientos de manera asertiva.

Hábitos Constructivos:

1. Práctica de Mindfulness: Cultiva la seguridad interna a través de ejercicios diarios de mindfulness.

2. Desafíos Graduales: Enfrenta pequeños desafíos regularmente para fortalecer tu confianza en tus habilidades.

3. Rutina de Gratitud: Incorpora la gratitud diaria para enfocarte en aspectos positivos de tu vida y fortalecer tu perspectiva.

4. Networking Positivo: Construye conexiones con personas que te apoyen y alienten, contribuyendo a tu sensación de seguridad.

Preguntas para la Acción:

1. ¿Qué pasos concretos puedes tomar hoy para desafiar una creencia limitante?

2. ¿Cómo te apoyarías a ti mismo/a en lugar de ser tu propio crítico/a?

3. ¿Qué cambios en tu rutina diaria pueden fomentar un sentido de seguridad?

4. ¿Cómo podrías aplicar la autoeficacia en un nuevo proyecto o desafío?

5. ¿En qué áreas de tu vida podrías ser más auténtico/a?

6. ¿Qué pasos puedes tomar para mejorar tu habilidad de comunicación asertiva?

Tareas y Compromisos:

1. Compromiso Diario: Dedica unos minutos cada día a una actividad que fortalezca tu confianza.

2. Compromiso de la Semana: Elige una acción específica para aumentar tu autoeficacia y haz un seguimiento de tu progreso semanalmente.

3. Reto de Vulnerabilidad: Enfrenta conscientemente una situación que te hace sentir vulnerable y reflexiona sobre la experiencia.

4. Desafío de Autenticidad: Prueba ser completamente auténtico/a en una situación social y reflexiona sobre la experiencia.

5. Evaluación Mensual: Evalúa tu progreso mensualmente, ajustando tus prácticas según sea necesario.

Con estas prácticas, estarás bien encaminado/a para cultivar la seguridad interna y afrontar la vida con confianza, resiliencia y autenticidad. ¡Sigue avanzando en tu viaje de crecimiento personal!

Nota: Encuentra más recursos y artículos en www.coachingvalencia.com/blog