El poder de la autoseducción: desearte es un acto de amor propio

“No hace falta que te deseen para sentirte deseable.”

¿Alguna vez te has detenido a pensar qué pasaría si el deseo más profundo que sintieras fuera hacia ti misma o hacia ti mismo? ¿Y si, en lugar de buscar validación en otras personas, comenzaras a cultivarla dentro de ti?

La autoseducción no es una moda ni una técnica vacía. Es un camino poderoso hacia el amor propio, la conexión con el cuerpo y el despertar del deseo interior.

¿Qué es la autoseducción?

Autoseducirse no es actuar para atraer a otras personas, sino reconectar contigo misma/o, mirarte con deseo, hablarte con amabilidad y reconocer tu propio valor, belleza y poder. Es una forma de decirte: “me gusto, me disfruto, me elijo”.

¿Cuándo fue la última vez que te sentiste verdaderamente deseable sin necesitar la mirada de alguien más?

La psicología del deseo propio

Desde la psicología humanista, la autoimagen positiva y la autoestima corporal son claves para el bienestar emocional. Según estudios de la American Psychological Association, las personas que cultivan una relación positiva con su cuerpo experimentan más autenticidad, disfrutan más de su vida íntima y se sienten emocionalmente más libres.

La Teoría de la Autodeterminación (Deci & Ryan) también muestra que cuando actuamos desde el deseo interno, sin presión externa, nos sentimos más satisfechos/as, motivados/as y empoderados/as.

¿Por qué practicar la autoseducción?

Porque vivir desconectadas/os de nuestro cuerpo, del placer y del deseo nos apaga lentamente. Porque no viniste al mundo a cumplir expectativas, sino a habitarte plenamente.

Y sobre todo, porque el deseo no necesita permiso: nace de ti y para ti.

Pregúntate con honestidad:

  • ¿Qué parte de mi cuerpo merece más atención y ternura?
  • ¿Qué gestos me conectan con el placer, sin pensar en complacer?
  • ¿Cómo cambiaría mi energía si me hablara con más deseo?

Cómo empezar a practicar la autoseducción

  1. Mírate con intención: Dedica unos minutos al día a mirarte al espejo no para corregirte, sino para admirarte. Observa lo que amas de ti.
  2. Cuida tu diálogo interno: Habla contigo como lo harías con alguien que amas profundamente.
  3. Recupera tu cuerpo como un espacio de placer y presencia, no solo de rendimiento.
  4. Haz cosas que te hagan sentir viva: desde bailar sola hasta leer algo que te excite la mente y el alma.
  5. Practica el autoelogio sin culpa: reconocer tu belleza, sensualidad y valor no es vanidad. Es salud emocional.

Práctica: redescubre tu cuerpo a través del automasaje

El automasaje es una puerta de entrada al deseo consciente. No necesitas hacerlo con una finalidad sexual (aunque también puedes), sino como un acto de cuidado, atención y presencia.

Guía breve para comenzar:

  1. Crea un espacio íntimo: luz tenue, música suave, temperatura agradable.
  2. Usa un aceite corporal o crema que te guste. Presta atención a su textura y aroma.
  3. Empieza por tus manos, luego brazos, cuello, pecho, vientre… y continúa explorando.
  4. Respira profundamente. No corras. Observa qué zonas te piden más atención.
  5. Agradece a tu cuerpo por acompañarte cada día.

Este ritual, hecho con intención, puede ayudarte a reconectar con tu energía vital y redescubrirte desde el placer, la curiosidad y la compasión.

No necesitas que te miren para sentirte bella o bello. Solo necesitas empezar a mirarte tú.

¿Estás lista o listo para comenzar a desearte de verdad?


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