Coaching para mentes inquietas


“¿Y si el problema no es que te falte foco, sino que te sobra mundo por descubrir?”

En los últimos años, he acompañado a muchas personas con un talento inmenso y aparentemente contradictorio: brillan en muchos ámbitos, aprenden con rapidez, tienen ideas a raudales… pero no logran encajar en lo que tradicionalmente entendemos por “éxito profesional”.

Les han dicho que son inconstantes. Que no saben lo que quieren. Que deberían centrarse de una vez. Y sin embargo, cuando rascas un poco, descubres algo mucho más valioso: son personas con personalidad “scanner”.

Es ese perfil de persona que, en lugar de tener una única vocación o especialidad, vive el mundo como un mapa de intereses, pasiones y caminos posibles. Se entusiasman con facilidad, conectan disciplinas, y muchas veces se reinventan profesionalmente más de una vez en su vida.

Lejos de ser una rareza, cada vez más personas se reconocen así: multipotenciales, Tausendsassa, neo-generalistas. Un espíritu renacentista en un mundo que nos ha pedido (demasiado tiempo) que elijamos una sola cosa.

Como coach, acompañar a alguien con este perfil no es lo mismo que trabajar con una persona que busca especializarse o escalar verticalmente.

Lo que buscan no es “ordenar su caos”, sino darle sentido a su riqueza interna. Necesitan espacios donde puedan:

  • Nombrar sus talentos sin sentirse culpables por “querer hacerlo todo”.
  • Diseñar una vida profesional que les permita explorar, no solo ejecutar.
  • Aprender a priorizar sin amputarse.
  • Sentirse reconocidos, no etiquetados.

Estas son algunas claves que aplico en sesiones con personas scanner:

  1. Trabajar con el propósito, no solo con los objetivos.
    Ayudarles a descubrir su hilo conductor: ¿Qué tienen en común tus pasiones? ¿Qué es eso que, esté donde esté, siempre aparece?
  2. Reformular el foco como elección temporal, no renuncia eterna.
    Elegir un camino no es cerrar los demás para siempre. Es saber en qué dirección poner tu energía… hoy.
  3. Diseñar una vida por proyectos, no por puestos.
    Muchas personas scanner funcionan mejor cuando piensan en ciclos o retos concretos. ¿Y si tu carrera fuese una constelación de misiones?
  4. Validar su valor híbrido.
    Lo que parece dispersión puede ser, bien enfocado, versatilidad, innovación y síntesis.

Si lideras equipos o trabajas en procesos de coaching, te animo a mirar de nuevo a quienes “no encajan”. Puede que no sean rebeldes ni dispersos. Tal vez son exploradores en un mundo hecho para especialistas.

Y si tú mismo te reconoces así, quizás no necesitas cambiar de personalidad, sino cambiar de pregunta:

“¿Qué pasaría si mi forma de ser no fuese un problema, sino una posibilidad?”

El coaching para mentes inquietas no se trata de “domarlas”, sino de ayudarles a habitarse con libertad, dirección y autoestima.

Porque el talento no siempre llega en forma de línea recta. A veces, se presenta como un mapa sin bordes, lleno de rutas por descubrir. Y el verdadero arte del coaching es acompañar sin imponer, escuchar sin encasillar y confiar en que cada persona, también las más polifacéticas, puede crear su camino… si se le permite ser.


Descubre más desde Ricard Guillem, Psicólogo Coach, 636705232

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Deja un comentario