“¿Y si el problema no es que te falte foco, sino que te sobra mundo por descubrir?”
En los últimos años, he acompañado a muchas personas con un talento inmenso y aparentemente contradictorio: brillan en muchos ámbitos, aprenden con rapidez, tienen ideas a raudales… pero no logran encajar en lo que tradicionalmente entendemos por “éxito profesional”.
Les han dicho que son inconstantes. Que no saben lo que quieren. Que deberían centrarse de una vez. Y sin embargo, cuando rascas un poco, descubres algo mucho más valioso: son personas con personalidad “scanner”.
Es ese perfil de persona que, en lugar de tener una única vocación o especialidad, vive el mundo como un mapa de intereses, pasiones y caminos posibles. Se entusiasman con facilidad, conectan disciplinas, y muchas veces se reinventan profesionalmente más de una vez en su vida.
Lejos de ser una rareza, cada vez más personas se reconocen así: multipotenciales, Tausendsassa, neo-generalistas. Un espíritu renacentista en un mundo que nos ha pedido (demasiado tiempo) que elijamos una sola cosa.
Como coach, acompañar a alguien con este perfil no es lo mismo que trabajar con una persona que busca especializarse o escalar verticalmente.
Lo que buscan no es “ordenar su caos”, sino darle sentido a su riqueza interna. Necesitan espacios donde puedan:
- Nombrar sus talentos sin sentirse culpables por “querer hacerlo todo”.
- Diseñar una vida profesional que les permita explorar, no solo ejecutar.
- Aprender a priorizar sin amputarse.
- Sentirse reconocidos, no etiquetados.
Estas son algunas claves que aplico en sesiones con personas scanner:
- Trabajar con el propósito, no solo con los objetivos.
Ayudarles a descubrir su hilo conductor: ¿Qué tienen en común tus pasiones? ¿Qué es eso que, esté donde esté, siempre aparece? - Reformular el foco como elección temporal, no renuncia eterna.
Elegir un camino no es cerrar los demás para siempre. Es saber en qué dirección poner tu energía… hoy. - Diseñar una vida por proyectos, no por puestos.
Muchas personas scanner funcionan mejor cuando piensan en ciclos o retos concretos. ¿Y si tu carrera fuese una constelación de misiones? - Validar su valor híbrido.
Lo que parece dispersión puede ser, bien enfocado, versatilidad, innovación y síntesis.
Si lideras equipos o trabajas en procesos de coaching, te animo a mirar de nuevo a quienes “no encajan”. Puede que no sean rebeldes ni dispersos. Tal vez son exploradores en un mundo hecho para especialistas.
Y si tú mismo te reconoces así, quizás no necesitas cambiar de personalidad, sino cambiar de pregunta:
“¿Qué pasaría si mi forma de ser no fuese un problema, sino una posibilidad?”
El coaching para mentes inquietas no se trata de “domarlas”, sino de ayudarles a habitarse con libertad, dirección y autoestima.
Porque el talento no siempre llega en forma de línea recta. A veces, se presenta como un mapa sin bordes, lleno de rutas por descubrir. Y el verdadero arte del coaching es acompañar sin imponer, escuchar sin encasillar y confiar en que cada persona, también las más polifacéticas, puede crear su camino… si se le permite ser.
Descubre más desde Ricard Guillem, Psicólogo Coach, 636705232
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.