Afrontar una catástrofe natural
Las catástrofes naturales como la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) en Valencia traen consigo retos emocionales y psicológicos profundos. La incertidumbre, el miedo y el sentimiento de pérdida son comunes, y pueden afectar nuestro bienestar y nuestra capacidad de recuperación. Este artículo está diseñado para ayudarte a gestionar tus emociones y fortalecer tu resiliencia personal en momentos de crisis, aportándote técnicas prácticas de autogestión y bienestar.
1. Mantente en el presente
En situaciones de emergencia, la mente tiende a proyectarse hacia el futuro, imaginando escenarios que pueden aumentar la ansiedad. La atención plena (o mindfulness) puede ser una herramienta poderosa para ayudarte a centrarte en el aquí y el ahora.
• Práctica de atención plena: Respira profundamente y enfócate en el momento presente. Pregúntate: ¿Qué puedo hacer ahora mismo para mejorar esta situación?
• Ejercicio de respiración profunda: Si notas que el pánico se apodera de ti, siéntate cómodamente, respira lenta y profundamente, sostén la respiración por unos segundos y luego exhala lentamente. Esto reducirá tu ansiedad y mejorará tu enfoque.
2. Permite sentir tus emociones
Es natural sentir tristeza, miedo o frustración en una crisis. La resiliencia no significa ignorar estas emociones, sino reconocerlas sin dejar que te dominen.
• Autoobservación emocional: Pregúntate, ¿Qué estoy sintiendo en este momento? ¿Por qué lo siento? Reconocer tus emociones es el primer paso hacia su gestión.
• Desahogo emocional: Hablar con alguien de confianza puede ayudarte a procesar tus sentimientos. Si no tienes a nadie cerca, escribir en un diario puede ser igual de liberador.
3. Establece pequeños objetivos para el autocuidado
Durante una crisis, los grandes planes pueden ser abrumadores. Enfócate en pequeñas metas realistas que te permitan cuidar de ti mismo/a y retomar el control.
• Define metas inmediatas: Pregúntate, ¿Qué puedo hacer en los próximos 10 minutos que mejore mi situación? Estas acciones pueden incluir buscar un lugar seguro, contactar a familiares o simplemente tomar un descanso para beber agua.
• Prioriza tu bienestar: Procura descansar cuando sea posible, mantente hidratado/a y aliméntate adecuadamente. El autocuidado es esencial en estos momentos.
4. Busca apoyo social
No es necesario enfrentarse a una crisis en solitario. El apoyo de quienes te rodean puede hacer una gran diferencia.
• Comunicación: Si es posible, comparte tus sentimientos y preocupaciones con personas cercanas. Pregúntales cómo están y escucha sus experiencias. Esta red de apoyo mutuo puede brindarte fortaleza.
• Utiliza recursos profesionales: Existen líneas de ayuda y profesionales capacitados que pueden ayudarte. Busca servicios de apoyo psicológico si sientes que la situación te sobrepasa.
5. Cultiva la gratitud en momentos de dificultad
Practicar la gratitud puede ayudarte a mantener una perspectiva positiva incluso en momentos de adversidad. Agradecer lo que aún tienes fortalece tu resiliencia.
• Diario de gratitud: Antes de dormir, escribe al menos una cosa por la que estés agradecido/a en ese día. Esto puede ayudarte a reducir el estrés y mejorar tu bienestar emocional.
• Reflexión sobre los aspectos positivos: Piensa en los momentos de solidaridad y apoyo que hayas experimentado, y recuerda que siempre hay algo por lo cual sentir gratitud.
6. Refuerza tu autoconfianza y tu capacidad de adaptación
Tu resiliencia se basa en recordar que tienes la capacidad para superar desafíos, incluso en momentos difíciles.
• Reflexiona sobre éxitos pasados: Piensa en otras dificultades que hayas superado. Pregúntate: ¿Qué me ayudó a salir adelante en esa ocasión?
• Afirmaciones personales: Repite frases como: “Tengo la capacidad de manejar esta situación” o “Soy fuerte y capaz de superar este reto”. Esto fortalecerá tu confianza en ti mismo/a.
7. Dedica tiempo a la reflexión y al aprendizaje
Tras una crisis, es importante procesar lo vivido y reflexionar sobre lo aprendido. Este ejercicio no solo te ayudará a comprender mejor la experiencia, sino también a prepararte para futuros desafíos.
• Reflexiona sobre lo aprendido: Haz una revisión de la situación pasada. Pregúntate, ¿Qué aprendí de esta experiencia? ¿Qué puedo hacer diferente la próxima vez?
• Establece prácticas de autocuidado a largo plazo: Incorpora rutinas de autocuidado como la meditación, el ejercicio y el descanso adecuado en tu vida diaria para mantenerte emocionalmente fuerte.
Las catástrofes naturales son momentos que ponen a prueba nuestra fortaleza, pero también pueden brindarnos la oportunidad de crecer y reforzar nuestra capacidad de adaptación. Recuerda que no estás solo/a y que pedir ayuda es un signo de fortaleza. En Coaching Valencia, estamos aquí para acompañarte en el desarrollo de habilidades de resiliencia y en la gestión de tus emociones para afrontar los desafíos de la vida.
Referencias
1. Parada Torres, E. (Psicología y emergencia: Habilidades psicológicas en las profesiones de socorro y emergencia).
2. Pacheco Tabuenca et al. (Atención psicosocial en emergencias).
Este artículo está dirigido a ayudarte a gestionar tus emociones en momentos difíciles. Si deseas profundizar en estas prácticas, considera acompañamiento profesional.