El Poder del Lenguaje: transformando el “Quiero” en “Tengo”

En el ámbito del coaching y la psicología, el lenguaje no es simplemente un medio de comunicación, sino una herramienta poderosa que moldea nuestra realidad y afecta profundamente nuestras emociones, pensamientos y comportamientos. Cada vez que decimos “yo quiero” o “yo deseo”, estamos reconociendo implícitamente una falta, algo que no tenemos en este momento. Este tipo de lenguaje puede crear un contexto psicológico de carencia que puede influir negativamente en nuestro bienestar y en nuestra capacidad para lograr nuestras metas.

En este artículo, exploraremos cómo la ciencia de la psicología respalda la importancia de transformar el “quiero” en “tengo” y cómo esta simple pero poderosa técnica puede mejorar nuestra vida.

Doomscrolling
“Quiero” , me falta algo

El Contexto de Carencia: La Psicología Detrás del “Quiero”

Cuando utilizamos frases como “yo quiero” o “deseo”, estamos enviando un mensaje claro a nuestra mente: nos falta algo. Según la teoría cognitiva de la psicología, nuestros pensamientos influyen directamente en nuestras emociones y comportamientos. Cuando nos enfocamos en lo que no tenemos, activamos un estado mental de carencia, lo que puede generar ansiedad, frustración y una sensación de insuficiencia. Este enfoque en la falta puede también llevarnos a la profecía autocumplida, un concepto bien estudiado en psicología, donde nuestras expectativas influyen en nuestras acciones, que a su vez refuerzan esas expectativas originales.

Estudio de Caso:

• Imagina a una persona que repite constantemente “Quiero ser más exitoso”. Aunque es una meta válida, el lenguaje utilizado enfatiza lo que falta, lo que podría aumentar la ansiedad y reducir la motivación. La ciencia ha demostrado que cuando nuestras metas se perciben como lejanas o inalcanzables, es más probable que experimentemos desánimo y que abandonemos nuestros esfuerzos antes de tiempo.

Pregunta de Coaching:

• ¿Cómo cambiaría tu estado emocional y tu motivación si en lugar de enfocarte en lo que no tienes, te concentraras en lo que ya estás construyendo?

Transformando el “Quiero” en “Estoy en el Proceso de”: El Poder de la Psicología Positiva

La psicología positiva, un campo que estudia lo que hace que la vida valga la pena, subraya la importancia de enfocarse en nuestros recursos y capacidades actuales. En lugar de decir “yo quiero”, que enfatiza la carencia, podemos reformular nuestras metas utilizando frases como “estoy en el proceso de” o “estoy construyendo”. Este enfoque no solo es más positivo, sino que también está alineado con el concepto de autoeficacia propuesto por el psicólogo Albert Bandura, que sugiere que cuando creemos en nuestra capacidad para lograr algo, somos más propensos a tomar acciones efectivas hacia ese objetivo.

Ejemplo de Reformulación:

• En lugar de decir “Yo quiero ser feliz”, podrías decir “Estoy en el proceso de cultivar la felicidad en mi vida”. Esta reformulación no solo reduce la sensación de falta, sino que también activa un sentido de progreso y logro.

Actividad de Coaching:

• Reformula tus Metas: Escribe tres deseos o metas que tengas actualmente, comenzando con “yo quiero”. Luego, reformula cada una de estas declaraciones en una frase que refleje acción o proceso, como “estoy trabajando en” o “estoy en el camino de”.

Creando un Contexto de Abundancia: La Importancia del Enfoque Positivo

La ciencia de la psicología también nos enseña que nuestro enfoque afecta nuestra realidad. Según el modelo amplificación y construcción de la psicóloga Barbara Fredrickson, las emociones positivas no solo nos hacen sentir bien en el momento, sino que también amplían nuestro repertorio de pensamientos y acciones, ayudándonos a construir recursos duraderos para el futuro. Al centrarnos en lo que ya tenemos o en lo que estamos activamente construyendo, creamos un contexto de abundancia, que puede mejorar nuestra resiliencia y bienestar general.

Ejemplo Práctico:

• Si tu deseo es “Yo quiero tener más confianza”, podrías reformularlo como “Estoy en el proceso de fortalecer mi confianza, recordando mis logros pasados”. Este cambio de enfoque no solo refuerza tus habilidades actuales, sino que también te anima a seguir avanzando.

Pregunta de Coaching:

• ¿Qué aspectos de tu vida actual reflejan ya el éxito y la abundancia que deseas alcanzar en otras áreas?

El Poder de las Afirmaciones: Cómo la Psicología Respalda su Eficacia

Las afirmaciones, o declaraciones positivas en tiempo presente, son una herramienta popular en el coaching que también tiene un fuerte respaldo en la psicología. Según estudios en psicología cognitiva, las afirmaciones pueden ayudar a reprogramar el cerebro para que acepte estas declaraciones como verdad, lo que a su vez influye en nuestros pensamientos y comportamientos. Al transformar “yo quiero” en “yo tengo” o “yo soy”, estamos entrenando a nuestra mente para que vea nuestras metas como algo ya en camino, lo que puede acelerar su manifestación.

Actividad de Coaching:

• Crea Afirmaciones Positivas: Escribe tres afirmaciones basadas en tus metas actuales, utilizando frases como “yo tengo” o “yo soy”. Repítelas diariamente para fortalecer tu creencia en que estas metas están dentro de tu alcance.

Conclusión: Usa la Psicología del Lenguaje para Crear tu Realidad

El lenguaje que utilizamos tiene un impacto profundo en nuestra psicología y, en última instancia, en nuestra realidad. Al cambiar nuestro enfoque de “yo quiero” a “yo estoy en el proceso de” o “yo tengo”, podemos transformar un contexto de carencia en uno de abundancia y progreso. La ciencia de la psicología respalda esta estrategia como una manera efectiva de mejorar nuestro bienestar y nuestras posibilidades de éxito.

En Coaching Valencia, te ayudamos a utilizar el poder del lenguaje para crear la vida que deseas y mereces. Contáctanos hoy y comienza a manifestar la vida que realmente quieres.

La Dimensión Relacional: Apoyo para Profesionales del Acompañamiento

En profesiones como la medicina, la psicología, la educación o el coaching, solemos centrarnos en perfeccionar nuestras técnicas y metodologías. Sin embargo, ¿qué sucede cuando la técnica no es suficiente? La verdadera transformación ocurre cuando el profesional logra establecer una conexión auténtica con la persona que acompaña. La calidad de la relación marca la diferencia y potencia el impacto de cualquier intervención.

Imagina ser capaz de conectar profundamente con las personas que acompañas, no solo a nivel profesional, sino humano. Más allá de las herramientas técnicas, ¿cómo sería si pudieras crear un espacio de confianza y empatía donde la otra persona se sienta verdaderamente comprendida y motivada a cambiar? Si buscas potenciar la dimensión relacional de tu práctica profesional, el coaching puede ayudarte a desarrollar estas habilidades y lograr un impacto más profundo.

En las profesiones del acompañamiento (médicos, psicólogos, terapeutas, educadores, coaches, entre otros), la relación interpersonal es clave. La técnica es esencial para estructurar y guiar el proceso, pero es la relación lo que permite un cambio duradero. Aquí presentamos la importancia de este enfoque con respaldo teórico y evidencia práctica.

1. La Alianza de Confianza: El Pilar del Cambio

El concepto de alianza terapéutica proviene del trabajo de Norcross y Wampold (2011), quienes demostraron que la relación entre el profesional y la persona a la que acompaña es uno de los mayores predictores de resultados positivos. En coaching, como en terapia o cualquier forma de acompañamiento, el establecimiento de un vínculo de confianza, basado en la empatía y el respeto mutuo, es lo que permite que la persona se abra al proceso de cambio.

El coaching ayuda a los profesionales del acompañamiento a cultivar esta alianza, transformando el espacio de trabajo en un lugar donde el cliente se siente seguro, valorado y capaz de explorar sus desafíos. Sin este vínculo humano, las mejores técnicas pueden quedarse cortas.

2. La Empatía como Habilidad Esencial

Carl Rogers, pionero en el enfoque centrado en la persona, destacó en 1957 la importancia de la empatía como un determinante clave en el proceso de transformación personal. La empatía no solo facilita la comprensión intelectual del otro, sino también la conexión emocional, creando un entorno donde el cliente se siente escuchado y validado. Este concepto no solo se aplica en la terapia, sino también en cualquier interacción profesional donde el objetivo sea guiar o apoyar a otro.

Los profesionales del acompañamiento que muestran empatía no solo escuchan lo que dice su cliente, sino también lo que no se dice: los silencios, los gestos, el lenguaje corporal. A través de la empatía, el profesional puede captar matices que guían su intervención de manera más efectiva. Esto es fundamental en ámbitos donde las emociones y los bloqueos internos juegan un papel importante, como en el coaching, la terapia o el acompañamiento médico.

3. La Relación como Base del Éxito: Evidencia Teórica y Práctica

Según investigaciones como la de Norcross y Wampold, la relación profesional-cliente es responsable de hasta un 30% de los resultados exitosos en procesos de apoyo, superando incluso el peso de las técnicas empleadas. Este enfoque relacional también es respaldado por el enfoque centrado en la persona de Rogers, quien identificó que, en contextos de cambio, como el coaching o la terapia, es la calidad de la relación la que facilita que las técnicas se implementen de manera efectiva.

El coaching puede ayudar a los profesionales del acompañamiento a desarrollar estas habilidades interpersonales, permitiéndoles mejorar no solo su manejo técnico, sino también su capacidad de crear un entorno de confianza y seguridad para sus clientes o pacientes.

4. El Coaching como Herramienta para Potenciar las Competencias Relacionales

Las competencias interpersonales como la empatía, la escucha activa, la paciencia y la capacidad de crear un ambiente de confianza son esenciales para los profesionales del acompañamiento. A través del coaching, estos profesionales pueden trabajar en el desarrollo de habilidades relacionales, que son igual de cruciales que las técnicas.

Escucha activa: Más allá de las palabras, el coaching enseña a captar matices y emociones que pueden no expresarse verbalmente.

Empatía: El coaching fortalece la capacidad de conectar emocionalmente con el cliente o paciente, permitiendo una mejor comprensión de sus necesidades.

Confianza y presencia: El coaching te enseña a estar presente en cada interacción, creando un espacio donde la otra persona se sienta valorada y segura.

Estas habilidades no solo permiten mejorar los resultados en el acompañamiento, sino que también aumentan la satisfacción profesional al ver cómo las personas confían en el proceso y alcanzan cambios significativos.

Si eres un profesional del acompañamiento (médico, psicólogo, educador o coach) y deseas potenciar tu capacidad para conectar de manera más profunda y efectiva con tus clientes o pacientes, el coaching es una herramienta que puede transformar tu práctica. En Coaching Valencia, te ofrecemos sesiones personalizadas para desarrollar tus habilidades relacionales y ayudarte a crear un impacto duradero en las personas que acompañas.

Agenda tu sesión de coaching hoy mismo y empieza a integrar técnicas y relaciones en un proceso de apoyo integral que verdaderamente transforme vidas. ¡El cambio empieza contigo!

Lecciones de la Muixeranga: subir juntos, sostenernos juntos

Soy de Algemesí, un pueblo de la Ribera Alta, con calles llenas de historia, que cada 7 y 8 de septiembre se transforma para celebrar sus fiestas, Patrimonio de la Humanidad, donde resuena la dolçaina y se alzan las torres humanas de la muixeranga.

Quizá a muchos no os suene, pero si habéis visto esas torres de personas subiendo unas sobre otras, con cuidado, equilibrio y coraje, sabéis de qué hablo.

Hoy no vengo a hablaros de fiestas ni de folklore. Pero la imagen de la muixeranga, de esas personas subiendo, confiando unas en otras mientras suenan los tambores, me acompaña cada septiembre y me recuerda algo importante sobre la vida y el trabajo en equipo.

Subir juntos, sostenerse juntos

En la muixeranga, hay quien sube y quien sostiene. Hay quien alza los brazos para dar el último impulso al que escala y quien, en la base, aguanta el peso con firmeza.

Subir solo es imposible. Sostener sin ayuda, también.

En la vida, muchas veces queremos llegar más alto: crecer, cambiar, aprender, cumplir sueños. Pero a veces olvidamos que no podemos hacerlo todo solos, que necesitamos apoyarnos en otros, pedir ayuda, dejar que nos sostengan cuando flaqueamos.

El equilibrio no es soledad

En la muixeranga, el equilibrio no lo consigue quien está arriba, sino todos. Cada persona ajusta su posición, respira, siente el latido colectivo. Cada gesto cuenta.

En nuestra vida personal y profesional, el equilibrio también es un trabajo compartido. Pedir ayuda no es un fracaso, es un acto de humildad y confianza. Sostener a otros no nos debilita, nos conecta.

Preguntas para ti

– ¿A quién dejas que te sostenga cuando te sientes cansado?

– ¿Qué sueños quieres alzar, pero no te atreves a pedir apoyo?

– ¿Cómo puedes sostener a otros mientras tú también cuidas de ti?

Lo auténtico frente a lo superficial

Hoy, en un mundo que pide likes y apariencias, también nosotros podemos perdernos intentando demostrar que podemos con todo, que somos fuertes, que no necesitamos a nadie.

Pero igual que en la muixeranga, subir solo para que te vean no tiene sentido si no hay conexión real, cuidado mutuo y un latido compartido.

Sostenerse juntos, subir juntos, es un acto de confianza y de comunidad.

Las fiestas de Algemesí me lo recuerdan cada año: en la vida, como en la muixeranga, podemos llegar más alto, pero no lo hacemos solos. La fuerza está en cada paso compartido, en cada mano que se tiende, en cada hombro que se ofrece, en cada voz que dice: “Tranquil, estic amb tu.”