“Locura es hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes”
Albert Einstein
Me gusta definir el coaching como un proceso conversacional de aprendizaje que facilita centrarse en la solución más que en el problema, promover cambios y, en definitiva, tener una mayor conciencia y responsabilidad sobre la realidad.
Un proceso de aprendizaje, de desarrollo personal y profesional, que ocurre entre dos personas, donde el coach asiste en el aprendizaje de nuevas maneras de observar, de ser y de hacer (ser para hacer, hacer para tener). Con el reto de conseguir sus objetivos – resultados , personales y/o profesionales, y experimentar un mayor grado de bienestar, serenidad, equilibrio, prosperidad y satisfacción.
Aprender es incrementar la capacidad para obtener los resultados que deseamos. Alcazamos el aprendizaje cuando disponemos de acciones que no se podían realizar en el pasado (y no solo conocimiento).
Para completar un proceso de aprendizaje, es necesario pasar de la información – conocimiento a la acción. Para hacerlo continuo, es necesario reflexionar sobre las consecuencias de la acción y descubrir desvíos entre lo planeado y lo producido. Es esto consiste un proceso de coaching. No existe el enseñar sino sólo el aprendizaje continuo. El conocimiento no está en el coach sino en sus clientes, éste ya posee los recursos y el potencial necesarios.
Lo que impulsa a las personas a iniciar un proceso de coaching, a aprender y actuar, es siempre alguna insatisfacción y la visión o expectativa que “algo” puede cambiar.
Para mi el Coach es un agente de transformación, un facilitador de aprendizaje. La misión de un coach es detectar y disolver los obstáculos (juicios, emociones, estados de ánimo, corporalidad…) que limitan el potencial y la acción e impiden la concreción de proyectos de las personas.
El coaching personal se ocupa de la vida de los clientes en todas sus dimensiones, por decisión de las personas, no por la decisión de las empresas u organizaciones a las que pertenecen. Entre las áreas de coaching personal están la salud, espiritualidad, crecimiento emocional, carrera profesional ocio y conciliación vida/trabajo profesional, trabajo, dinero, pareja…. Cualquier dominio que el cliente decida.
El principio básico implícito es que el cliente tiene en su interior las respuestas y los medios para desarrollar las capacidades que le permitirán descubrir cómo alcanzar un mayor nivel de bienestar y rendimiento en todas las áreas de su vida. El coaching y el coach (persona que guía y acompaña el proceso) simplemente ayudan a su cliente a descubrir la manera y los medios para conseguirlo.
La intervención se basa en el principio de autonomía del cliente.Él es quien decide, quien opta y, en último término, quien resuelve, asumiendo la responsabilidad de los resultados, desde su autonomía y compromiso.
El proceso del coaching permite a la persona ver sus objetivos, metas o sueños fuera de si, despegándose de los obstáculos y limitaciones. Allí se produce la «relación de coaching» donde el cliente decide las ACCIONES que tomará próximamente para alcanzar sus objetivos.
Durante el proceso se clarifican los valores y visiones, se establecen objetivos y nuevas acciones para que la persona pueda llevar una vida más satisfactoria. Es él quién decide, quién opta, quién establece los ritmos, los temas de conversación y quién en último término resuelve.
La mayor parte de mis clientes buscan una mayor equilibrio – balancear en su vida.La Palabra “equilibrio” surge constantemente. Buscar el equilibrio entre la vida profesional y personal, en la vida misma…
Equilibrio (Balance) un concepto tan amplio como importante a la vez.
¿Qué significa estar en equilibrio? Hay una gran cantidad de sinónimos que aparecen en el diccionario: contrapeso, consonancia, armonía, mesura, moderación, simetría, quietud, sensatez, igualdad, proporción, estabilización, contrapartida, ponderación, ecuanimidad.
En mi práctica de coaching he encontrado personas que buscaban:
- Equilibrio emocional
- Equilibrio en las diferentes áreas de la vida (ej familia y profesión)
- Equilibrio entre diferentes intereses personales
- Equilibrio entre lo individual y lo social
- Equilibrio con uno mismo (estados del yo – AT..)
- Equilibrio entre las demandas internas y externas
- Equilibrio energético (corporalidad)
- Equilibrio financiero
- Equilibrio entre nuestras necesidades de realización, reconocimiento y contribución
- Equilibrio entre hablar y escuchar, entre proposición e indagación
- Equilibrio entre el “hacer” y el “ser”…..
Es importante aclarar que “equilibrio” no es lo mismo que “equilibrado” en el sentido de tener la misma medida de diferentes variables. Existe un “punto de equilibrio” que las personas, las empresas y la sociedad en general buscan y que es fluctuante, se asemeja a un balancín. Una vida en equilibrio no significa tener la misma “medida” de familia, trabajo, ocio..
Lo más común es vivir con el piloto automático encendido. Es decir, comer, trabajar, llegar a casa, conversar, ver televisión y nuevamente otro día más, parecido al anterior. Fin de semana, deporte, siesta, amigos quizá, en el mejor de los casos. Y estamos en lunes de nuevo, otra semana más, otro mes más, otro año más y mira cómo ha crecido tu hijo. A veces, el proceso de interrogarnos sólo sucede cuando tenemos una crisis o cuando estamos cerca de la muerte. Y es la pregunta del sentido la que más nos puede doler, es la sensación de no saber para qué hemos hecho todo lo que hemos hecho.
El equilibrio en coaching trata básicamente de ampliar las perspectivas del cliente sobre una determinada situación, proyecto o temática. Ver las posibilidades más que las circunstancias.Las posibilidades de diseñar futuro (desde el futuro) y salir de la transparencia, de la fuerza de la inercia. Pasar de una actitud de victima a protagonismo del nuestro equilibrio y nuestra vida.
El coaching para el equilibrio pretende que desconectemos el piloto automático y que no vinculemos a la vida. Hoy necesitamos tomar conciencia de nuestras vidas porque de alguna manera hemos pasado de un “paradigma de relojería”, en donde todo estaba mecánicamente predeterminado, fijo y lineal, a uno mucho más abierto, flexible, holístico y ecológico, que exige de todos una transformación fundamental de nuestros pensamientos, de nuestras percepciones y de nuestros valores.
En el coaching, el equilibrio equivale a sentir que todos los aspectos de la vida forman un conjunto armonioso alineado con el futuro diseñado por cliente (visión, misión y valores). Éste diferente para cada persona e incluso para una misma persona en distintos momentos. El equilibrio es fluctuante, está en movimiento.
Equilibrio implica movimiento, acción
I JORNADAS DEL COLEGIO OFICIAL DE PSICOLOGOS DE LA COMUNIDAD VALENCIANA SOBRE PSICOLOGÍA Y COACHING, 7 de mayo de 2010